martes, 18 de septiembre de 2012

BALANCE Y PROPUESTA DE NUEVO PROYECTO DEL VALLÉS OCCIDENTAL



Desde que finalizó el último Congreso, el balance del trabajo realizado por la dirección comarcal ha dejado mucho que desear, tanto a nivel interno como externo. 

En este período ha sido evidente una ralentización de la actividad sindical, una ausencia de dirección, una falta de propuestas sindicales a nivel comarcal y, a nivel interno, una actitud beligerante con los que no pensamos igual que ellos y con los que nos resistimos, en el actual contexto, a un modelo sindical débil.

La dirección comarcal, encabezada por su responsable de organización, ha estado más preocupada en suplantar el papel de los ramos en aquellas cuestiones que le son propias, como por ejemplo en las elecciones sindicales, que en fortalecer la propia Unión, en la capacidad de coordinación y en ejercer el papel de confederalidad en el territorio que le corresponde.

En los ámbitos institucionales se ha producido una merma de nuestra influencia básicamente por la combinación de dos factores: de un lado, la falta de dirección sindical y la ausencia de una propuesta territorial autónoma y no subalterna a la de las instituciones, y por el otro, cómo la ofensiva recortadora se ha concretado en estos ámbitos, especialmente el de empleo, dejando en una situación marginal a la capacidad de concertación.

En cuanto a las relaciones mantenidas con las entidades, organizaciones y movimientos sociales, han sido intermitentes y presididas por una actitud entre la prepotencia y el paternalismo, cuestiones que no han favorecido nuestra conexión con los mismos. Al contrario, en muchos casos los ha alejado, como fue patente el día de la última huelga general, en la que se hicieron tres manifestaciones distintas en la ciudad de Sabadell.

Este período no ha podido ser más nefasto en lo referente al trabajo de organización interna, la relación con los ramos, el fortalecimiento de nuestra estructura sindical en las empresas y la gestión democrática de los órganos de dirección. Hemos asistido a un incremento del autoritarismo, al desprecio a la pluralidad en el Sindicato, a la intención de sustituir el trabajo de los ramos a causa de la falta de ideas para trabajar como Unión, además de haber cultivando muchos vicios burocráticos y autoritarios.

En definitiva, la dirección de la Unión comarcal ha estado perdida en este período, limitándose a ser una terminal o delegación de la CONC. No ha tenido capacidad para ejercer su autonomía, como tampoco ha impulsado la coordinación de la acción sindical, ni en la lucha contra la crisis en las empresas y sectores de la comarca, ni en la acción sindical territorial. Han faltado ideas e imaginación, pero sobre todo, voluntad de unir a todo el Sindicato para ser más efectivos y eficaces en la resistencia frente a la crisis y los constantes recortes laborales y sociales.


Creemos que hay otra forma de hacer sindicalismo y consideramos que otro sindicato de CCOO es posible, es por eso que hemos decidido hacer una propuesta de trabajo real que nos lleva a presentar una nueva candidatura al próximo Congreso de la Unión Comarcal. Una candidatura encabezada por el compañero Miguel López

Necesitamos un sindicato que conecte con las mejores tradiciones del movimiento obrero de nuestra comarca y que analice la situación tal y como es. Unas CCOO que presenten una propuesta de trabajo y de acción, y que además sea útil para hacer frente al cumulo de agresiones que estamos sufriendo los trabajadores y trabajadoras, individualmente y como clase.
Somos conscientes que se han dejado muchas cosas en el camino y que estamos en un cambio de época, donde van a por todo. La tarea no es fácil, pero al mismo tiempo seguimos creyendo en la capacidad de la clase trabajadora para resistir. En estos momentos, el papel del Sindicato, junto a muchas otras organizaciones, es el de ayudar a las personas a elevar la conciencia de clase y a contribuir a transformar la indignación en organización. Una de nuestras misiones es convertir la protesta en propuesta, y para eso es imprescindible incrementar nuestra capacidad de lucha, reforzar la unidad interna, desde el respeto a la pluralidad, y establecer una agenda reivindicativa y de movilización unitaria con el resto del movimiento sindical y social, tanto en las empresas como en la sociedad.

En este sentido, a continuación presentamos algunos ejes para ir conformando la propuesta reivindicativa y de acción. Se trata de una propuesta que sirve para la confluencia y la lucha. Es también una propuesta organizativa, que busca reforzar el sindicato, no solo desde la proximidad, sino desde la propia empresa, desde el propio sector, y desde la propia capacidad de auto organización de los trabajadores. 


EN DEFENSA DEL EMPLEO DE CALIDAD, LOS DERECHOS LABORALES Y DE LOS TRABAJADORES EN PARO.

En la actualidad, la principal preocupación para una organización como la nuestra  ha de ser la existencia de casi 5 millones de parados, además de los bajos niveles de protección social de los mismos, que ya empiezan a ser recortados por el Gobierno del PP.
Lo único que consiguen las políticas de austeridad aplicadas desde los gobiernos centrales y autonómicos, e impulsadas desde las instituciones europeas, es contraer más la economía y crear más destrucción de empleo.

         Desde el Sindicato no debemos obviar que la situación ha cambiado, y no podemos mantener las propuestas como si ahora estuviéramos en las mismas condiciones que hace 4 años. Hoy, nuestras reivindicaciones han de centrarse en la resistencia a las políticas macroeconómicas que están golpeándonos, y contra sus inspiradores, que son los responsables de la crisis. Debemos luchar contra las políticas neoliberales y el capital especulativo y financiero. Además, tendremos que actuar a niveles más básicos y elementales para defender el empleo y los derechos laborales y sociales.

         El estado del bienestar se desarrolló en los diferentes países europeos, como expresión, en ese momento histórico, de una relación de fuerzas. La hegemonía neoliberal ha cambiado el equilibrio y por tanto está destruyendo el modelo. 

         La única salida favorable para los/las trabajadores/as de la crisis ha de estar basada en un cambio del modelo productivo, y del modelo de desarrollo hegemónico imperante hasta el momento. 

         Un cambio que ha de tener como base diversos factores: rechazo a la financiación de la sociedad, la defensa de la industria, potenciar los sectores que aportan valor añadido (ya sea material o social) y que produce bienes materiales, la calidad de los productos, la inversión en I+D+i (factor que podría contribuir a evitar la salida masiva de jóvenes formados al extranjero), la justicia de las relaciones laborales, el pleno empleo con estabilidad y derechos, unos servicios públicos que garanticen los derechos básicos. Pero eso no es todo, además debemos intentar cambiar algunos valores imperantes en la sociedad como son el consumismo, el individualismo y la insolidaridad.

Solo siendo plenamente conscientes del momento que vivimos podemos establecer las estrategias de acción correctas. No debemos entrar en la fase de reconquistar los derechos perdidos si previamente no somos capaces de establecer los diques de resistencia, de crear los vínculos sociales y políticos que nos den la cobertura necesaria e imprescindible. Debemos ofrecer espacios organizativos al conjunto de la población, y establecer las alianzas con otros sectores sociales también golpeados por la crisis y que objetivamente no pueden compartir las políticas aplicadas por CiU y PP. Nos referimos a los trabajadores autónomos (más allá de los autónomos dependientes), los pequeños y medianos comerciantes e industriales. Con muchos de ellos podemos compartir plataformas comunes en aspectos básicos, como son las propuestas para el crecimiento económico para el dimensionamiento de las empresas (con el fin de que fluya el crédito), la regulación del sistema financiero, el impulso a la industria y a sectores de alto valor añadido, etc.…

Somos conscientes que solo podremos acercarnos a una salida de ese tipo desde la concienciación, desde la construcción de una identidad de clase donde se sientan identificados trabajadores de la industria, de los servicios y el conjunto de asalariados. Debemos luchar para construir nuevas hegemonías ideológicas, sociales y políticas en la sociedad, que nos permita una correlación de fuerzas diferente.

En situaciones de crisis también puede crecer el racismo y la xenofobia. En nuestra comarca ya hemos podido percibir algunos indicadores de este problema social. Por lo tanto, es fundamental reforzar la idea de que el objetivo de los/las inmigrantes al venir a nuestro país es el de buscar trabajo (igual que ahora están haciendo muchos de nuestros jóvenes al emigrar a otros países). Eso quiere decir que el trabajo, la pertenencia a una misma clase social es lo que nos une. En definitiva, nuestras propuestas han de estar presididas por la existencia de una sola clase, para que existan los mismos derechos para todos y todas, y que nunca segreguemos a las personas por su origen geográfico. 

Asimismo debemos hacer pedagogía social para que la rabia de las personas que se encuentra en más dificultades se proyecte correctamente hacia los responsables de su situación, que son los que ostentan el poder (aunque pueda parecer más abstracto), y no sobre los más débiles y los que han llegado más recientemente al país.
 
A nivel comarcal debemos poner el acento en:

-      Realizar propuestas de desarrollo económico en el ámbito comarcal y exigir ámbitos de concertación donde decidir sobre el conjunto de las políticas económicas públicas que se implementen en la comarca.

 -      La coordinación de las luchas contra los expedientes, y en general contra los efectos de la crisis.

-      Contribuir a crear espacios de organización, asesoramiento y solidaridad con los/las trabajadores/as en paro.

-      Coordinar esfuerzos en la negociación colectiva para mantener el empleo con derechos, pues en momentos de crisis, una de las primeras cosas que se resienten es la calidad del empleo y de la seguridad en el trabajo.

-      Coordinar campañas con los diferentes ramos con los siguientes objetivos: evitar que se baje la guardia, impulsar los tema relacionados con la salud laboral y seguridad en el trabajo, continuar trabajando en las políticas de igualdad entre mujeres y hombres en las empresas, potenciar las políticas favorables a la conciliación de la vida laboral y personal, garantizar el cumplimiento y las garantías laborales plenas a los trabajadores con discapacidad en las empresas.

-      Mantener una denuncia y presión permanente sobre los responsables de la crisis y de los ejecutores de las políticas de recortes y austeridad, propuesta que debe entenderse como una forma más de lucha ideológica.

-      Luchar contra el recorte de las políticas activas, unas políticas que aunque puedan tener un carácter asistencial han sido elementos que han contribuido a ayudar a muchos trabajadores y trabajadoras, tanto en la búsqueda de empleo como en la mejora de sus competencias formativas. Además, les ha ayudado a tener trabajos e ingresos, aunque sea de forma temporal, a través de los planes de empleo.

-      Debemos hacer propuestas para adaptar las políticas activas al momento actual. Las políticas activas diseñadas en momentos de bonanza estaban pensadas cuando existía la mitad del paro actual. Ahora, la preocupación fundamental de estas políticas no solo pueden ser las personas en riesgo de exclusión social, que de todas formas deben tener un tratamiento específico. Al mismo tiempo debemos hacer un frente común en defensa de las políticas activas en el territorio y exigir transparencia a las administraciones en todo lo que se refiere a las mismas...

-      Establecer una mesa de trabajo con otros sectores golpeados por la crisis (autónomos, pymes,…), para buscar confluencias y elaborar propuestas y estrategias de actuación. 

-      Siendo conscientes de que sin crecimiento será difícil la creación de empleo, en momentos de crisis, sigue siendo importante apostar por la mejora de la cualificación de los trabajadores y trabajadoras. La formación personal es un elemento que puede contribuir a la búsqueda del empleo. En este sentido es necesario impulsar propuestas para desarrollar todo lo referido a la formación, exigiendo la mejora de la calidad de la misma.

-      Dado los altos niveles de paro juvenil existente y por las implicaciones sociales de futuro que conlleva este fenómeno, a nivel comarcal proponemos un acuerdo entre administraciones, organizaciones sindicales y empresas para impulsar la contratación de jóvenes, y en los casos que sea necesario facilitar que puedan simultanear trabajo con formación.

-      La LISMI (ley de integración social de minusválidos), siendo ésta una ley de obligado cumplimiento, permite a los empresarios acogerse a medidas alternativas para no contratar a personas de éste colectivo. Es por ese motivo por el que deberemos impulsar su contratación, ya sea en el ámbito público como en el privado. Ésta es la única forma real de integración al mercado de trabajo de estos trabajadores/as, hecho que les permitiría alcanzar la independencia económica y la emancipación, sintiéndose así parte de la sociedad y reconociéndoles las capacidades que les son propias.

POR LOS DERECHOS SOCIALES Y LA DEFENSA DE LO PÚBLICO.
Defender los derechos sociales es luchar contra las desigualdades.

         A lo largo de los años la lucha del movimiento obrero ha conseguido conquistas en el aspecto laboral, pero también avances sociales importantes, como la educación, la salud y el sistema de pensiones. Con el tiempo, estos avances han ido deviniendo en derechos sociales universales, e incluso en los últimos años se habían visto ampliados con la conquista del sistema de protección a la autonomía persona (dependencia). Aunque ésta no ha llegado a desplegarse totalmente por falta de voluntad política en la asignación de recursos al mismo, especialmente por parte de los gobiernos centrales.

         En nuestro país, el garante de estos servicios públicos ha sido la existencia de un sector publico que se ha fortalecido de forma decisiva. En el caso de la sanidad, después de la dictadura, se ha universalizado gracias al impulso de los movimientos sociales y democráticos.  En la enseñanza y en la sanidad, en cuanto a la provisión de los servicios se empleaba una fórmula mixta pero con el derecho universal al acceso y a la gratuidad del servicio. Especialmente ha proliferado con el nombre de concertado una parte de la asistencia hospitalaria y la enseñanza en núcleos urbanos importantes (donde es posible hacer negocio por la existencia de una masa crítica suficiente). Se trata de conciertos que a menudo han lastrado un desarrollo más completo del sistema público y han mantenido la tensión por la privatización y mercantilización de determinados ámbitos, aquellos con mayores posibilidades de negocio.

         Estos derechos sociales son fundamentales como políticas que contribuyen a combatir la desigualdad, especialmente por razón de origen social o geográfico. Además cubren necesidades sociales básicas para toda la población, y al mismo tiempo son sectores que generan empleo de calidad para proveer los servicios que tienen encomendados.

         En estos momentos las cosas están cambiando. Cada vez existen una mayor desigualdad entre las fuerzas del trabajo y del capital. Esto viene sucediendo desde los años 70, con la ofensiva liberal de Reagan y Tatcher, en el inicio de eso que llamamos neoliberalismo. Desde su inicio, su objetivo ha sido priorizar el control de la inflación frente al crecimiento y la creación de empleo, favorecer los beneficios empresariales en detrimento de los salarios, una redistribución regresiva de la renta mediante impuestos y contención del gasto público, transferir lo público a lo privado y cambiar la relación de poderes en las empresas y en la sociedad, debilitando a los sindicatos y a las organizaciones sociales.

         Con la excusa de la crisis han conseguido difuminar la capacidad de acción colectiva, desprestigiar y desmovilizar al movimiento sindical, fragmentar a los trabajadores. Nos han hecho creer que todos éramos clase media con la inmersión en un espejismo colectivo de crecimiento especulativo y consumo desenfrenado a través de la expansión del crédito. Esos mismos poderes que nos han sumido en esta crisis pretenden llevar hasta sus últimas consecuencias el paradigma neoliberal, recortando derechos sociales y laborales, cambiando las reglas del juego en el ámbito de las relaciones laborales y transfiriendo competencias y servicios públicos al ámbito privado para su propio beneficio. Para conseguir sus fines siguen aplicando políticas de austeridad a sabiendas de que solo sirven para destruir más empleo.

         En nuestra comarca estamos viviendo en primera persona los efectos de los recortes sociales, recortes que suponen una agresión al conjunto de trabajadores/as. Ahora, los poderosos abundan en la teoría de la corresponsabilidad de todos/as, acusándonos de habernos aprovechado en los momentos de crecimiento y culpabilizándonos de la situación actual, para poder argumentar que éste es el único camino posible.

         En definitiva, una vez más pretenden hacer recaer las consecuencias de la crisis en los trabajadores/as, y desposeernos de los servicios y prestaciones públicas conseguidas a lo largo de la lucha de generaciones. Y frente a eso, no son suficientes las palabras, no son suficientes los argumentos. Debemos tener la fuerza suficiente para establecer las resistencias necesarias y empezar a tejer los elementos de solidaridad de clase imprescindibles para construir instrumentos de ayuda mutua.

         A nivel comarcal debemos intervenir de forma más decidida en la defensa de lo que podemos llamar salario indirecto, dado que la merma de los sistemas de protección social repercute directamente sobre la capacidad de compra de la población. En este sentido proponemos:

-      Trabajar junto con otras entidades, organizaciones y movimientos sociales para construir un movimiento amplio y unitario contra los recortes. Tenemos que recoger la experiencia de "prou retallades" a nivel de Catalunya y de otras experiencias locales, para aplicarlas en la comarca.  pero también su concreción en todas las localidades de la comarca que sea posible y que sea capaz de plasmar un proyecto que se confronte a los recortes y al mismo tiempo se dote de una agenda para la movilización y vaya creando instrumentos comunes para la solidaridad y la resistencia.
-      Desarrollar una campaña en defensa de los servicios públicos en las empresas más importantes y localidades de la comarca.
-      Establecer un grupo de coordinación que junto a la Unión comarcal resiga y coordine las diferentes movilizaciones que se produzcan en los ramos más afectados por los recortes, como son sanidad y enseñanza. Vincular de forma no corporativa la defensa de los servicios públicos y la defensa de las condiciones de trabajo en estos sectores.
-      Impulsar la campaña contra el repago de los medicamentos.
-      Las personas mayores son otro colectivo que están afectados especialmente, ya sea de forma directa, con la congelación de las pensiones, o de forma indirecta, con los recortes de servicios y prestaciones sociales. Por tanto, requerirán una atención especial por parte de la Unión, que asistirá a este colectivo para organizar la lucha de los pensionistas y jubilados, más allá de la forma organizativa que se decida confederalmente.


         Además de los servicios públicos, existen otros espacios sociales donde como sindicato hemos de colaborar y contribuir a forjar resistencias, como es la lucha contra los desahucios que en nuestra comarca está golpeando a centenares de familia. En este sentido planteamos:

-      Implicarnos en las acciones de solidaridad concreta frente a los desahucios que se produzcan en la comarca, estableciendo un sistema de alerta e información en nuestros medios de comunicación para convocar acciones con el fin de parar los desahucios.
-      A nivel comarcal proponemos la creación de un parque público de viviendas para atender las necesidades sociales. Este fondo se formará con los que poseen las Cajas y Bancos que han recibido dinero público.
-      Continuar trabajando en la línea de la Iniciativa legislativa popular por la dación en pago.
-      Participar en las plataformas de afectados por las hipotecas.

         Entre los nuevos derechos que el sindicalismo ha incorporado a su agenda, está el derecho a una movilidad sostenible que potencie el acceso en transporte público o colectivo a los centros de trabajo, especialmente en los polígonos industriales o las nuevas aéreas de actividad económica. En este sentido planteamos:


-      La mejora del transporte público entre localidades y los polígonos y áreas de actividad económica. Y la oposición a los desmesurados incrementos de las tarifas del mismo en los últimos años.
-      La negociación de planes de transporte colectivo a nivel de los diferentes polígonos y áreas económicas.
-      Asegurar el transporte nocturno necesario entre las diferentes ciudades y pueblos de la comarca...

         En estos momentos los recortes se han concentrado en los derechos sociales (principalmente en sanidad, educación y dependencia), en las políticas fiscales regresivas, en los derechos laborales, en los salariales y en las condiciones de los empleados/as públicos. Otros recortes han empezado a afectar a los parados y a los pensionistas, que sienten la nueva amenaza que se cierne sobre el sistema público de pensiones y que seguirán profundizándose y extendiéndose a todos los trabajadores y al resto de sectores sociales.

         A tenor de lo expuesto estamos asistiendo a un ataque generalizado contra nuestras condiciones de vida y de trabajo que conforman un cambio de paradigma social. En este contexto, el conjunto de las propuestas que realizamos han de incorporar perspectivas diferentes en la lucha contra las desigualdades, como son las de género, de origen geográfico o de cualquier otro tipo.

         En momentos como los actuales debemos de intensificar nuestro trabajo, nuestra lucha de ideas y el desarrollo de elementos de solidaridad de clase. Asimismo, tenemos que incorporar al máximo de personas a la lucha porque no hay espacio para la resignación o el conformismo en esta disputa de intereses. La lucha de clases ha sido el motor de la historia y ahora es momento para luchar, de otro modo el futuro que nos espera es desolador. A través de ella también podremos recuperar la capacidad de interlocución.


NO RETROCEDER PARA AVANZAR

Organizarnos mejor en las empresas y en la sociedad.

         En el próximo periodo los principales retos del Sindicato son organizar a los trabajadores, fortalecer la organización en las empresas y ser capaces de hacer llegar nuestras propuestas a través de una comunicación correcta y adecuada.

         Una propuesta de largo recorrido como la que nos planteamos requiere actualizar nuestros objetivos a la nueva situación, a los medios y las formas de trabajar, superar vicios organizativos y reorientar la estrategia. Pero, sobre todo se trata de tener unas bases sólidas, bien arraigadas en las empresas y así reconquistar el prestigio de la organización en la sociedad.

         No se trata tanto de que el Sindicato este próximo a los trabajadores, como de que los trabajadores se sientan Sindicato. Por tanto, el Sindicato debe ser un factor de organización y de acción concreta dentro de las empresas, en el que los trabajadores deben sentir que su utilidad es la de tener un instrumento para unirse a sus compañeros y compañeras en defensa de sus reivindicaciones. Entendemos el Sindicato como un espacio de solidaridad y de formación, y debe ser propiedad de todos/as los afiliados.

         En estos momentos no caben concepciones paternalistas y patrimonialistas del Sindicato, como si este fuera propiedad del grupo dirigente del mismo. Se han de superar vicios burocráticos, tendencias institucionalistas y estrategias muy volcadas exclusivamente en la concertación.

         En definitiva, debemos superar la cultura de la delegación tan extendida en la organización y apostar por la implicación y la asunción de las propias responsabilidades. En esta nueva concepción la estructura sindical debe jugar un papel diferente en varias cuestiones, como son el asesoramiento, la accesibilidad y estar al servicio de la afiliación.

         Obviamente, este no es un cambio fácil ni inmediato, y deberemos saber desarrollarlo con inteligencias y paciencia si realmente queremos un sindicato fuerte, con capacidad de militancia, aportación voluntaria y con unas bases sólidas en un futuro.

         Los principios que debe transmitir este sindicalismo tienen relación directa con los fundacionales de las Comisiones Obreras: de clase, democrático, unitario, socio-político, independiente, internacionalista, plural, etc.…

         El sindicato debe hacer una profunda labor ideológica. Tiene que recomponer  una nueva identidad de clase donde se vean reflejados el conjunto de asalariados, mujeres y hombres, jóvenes y mayores, temporales y fijos, nativos e inmigrantes. Nuestra organización debe ubicarse con claridad en el ámbito de la izquierda social y en la perspectiva no solo de cuestionar, sino de transformar la sociedad capitalista.

La formación sindical

         La formación es un elemento fundamental para conseguir todo lo explicado, pero ésta no puede entenderse exclusivamente como un ejercicio teórico. La mejor formación sindical es una combinación de conocimientos. Hay que desarrollar un método pedagógico adaptado al mundo del trabajo, y debe incluir referentes ideológicos. Teoría combinada con la práctica concreta en la reivindicación y en la lucha en las empresas, esa es la mejor escuela de formación que podemos tener. En los temas formativos deberemos disponer de diversas opciones, y han de tener cabida los clásicos cursos formativos sobre normativas y habilidades sociales, los seminarios, las sesiones informativas puntuales. En la mayoría de los casos, estas enseñanzas deberán estar adaptadas a los diferentes niveles formativos.


La comunicación

         Este es uno de los elementos clave en una sociedad moderna inmersa en la revolución de las tecnologías de comunicación. Aunque este hecho no puede crearnos espejismos sobre la comunicación en la red, pues nunca debe ser entendida como la única o principal forma comunicativa.

         La comunicación es un elemento vital en nuestra sociedad y por tanto será una prioridad en el próximo período como nexo de unión entre la estructura sindical y el conjunto de la organización y de la afiliación.

         El Sindicato ha de ser capaz de combinar diferentes formas de comunicación:

-      la recuperación de la asamblea como elemento de debate e intercomunicación presencial.
-      la presencia pública en la calle o en las empresas con plafones informativos y octavillas para impulsar campañas, visualizar presencia del Sindicato y donde se pueden incluso generar espacios de debate social.
-      las relaciones con la prensa a través de comunicados, ruedas de prensa, publicitación de informes, etc.…
-      la edición de revistas en papel o formato digital que permitan la información y  la reflexión. En este sentido, como instrumento de información de actividades y movilizaciones, planteamos mantener la revista trimestral y un informativo digital, además de los comunicados a través del correo electrónico personal.
-      hacer de la web un instrumento útil y actualizado permanentemente.
-      la presencia en las redes sociales, facebook, twitter, you tube, etc…

Gabinete Jurídico
         Con los cambios normativos de la reforma laboral desaparece la resolución administrativa en los expedientes de regulación de empleo, tanto en las suspensiones como en las extinciones. Además, se ofrece el aprovechamiento masivo empresarial en lo referente al art.41 del estatuto de los trabajadores con aplicación directa de modificaciones/ampliaciones de jornada, reducción salarial, etc., lo que sitúa a los trabajadores/as y delegados sindicales en situación de debilidad, además de  poder ser codemandados en el supuesto de disconformidad con lo acordado.
         Por eso, y por ser uno de los mayores activos de nuestro sindicato, se ha de prestar una especial atención a los abogados/as de nuestro Gabinete en la comarca, conociendo a través de éstos la realidad jurídica. Es obligatoria y necesaria la convergencia estratégica de la acción sindical y jurídica. Se han de establecer reuniones periódicas, como mínimo trimestrales, con este fin.


PARTICIPACION, DEMOCRACIA, PLURALIDAD

Los órganos de dirección de la Unión Comarcal
         Debemos crear e implementar nuevas formas de relación con los trabajadores y la sociedad. Estas relaciones han de estar presididas por los comportamientos democráticos, la transparencia y la participación en la toma de las decisiones, entendida esta no solo como información, sino como capacidad de decisión.
La afiliación
         La afiliación del sindicato es un elemento de vital importancia, porque es la base para la organización y para asegurar la presencia sindical en las empresas. También lo ha de ser en la toma de decisiones, que es la mejor forma de garantizar la independencia del sindicato, además de la económica.
         Un sindicato fuerte es un sindicato bien organizado, y con mucha afiliación. Tanto en el nivel general como en nuestra comarca. No podemos estar satisfechos con los niveles de afiliación actuales. Por tanto, esta ha de ser una prioridad en el futuro mandato: afiliación y organización del sindicato en la empresa.
Las elecciones sindicales
         En una estructura empresarial de pequeñísima y pequeña empresa la organización sindical resulta difícil por muchas razones. A nivel sectorial sería conveniente avanzar en formas de agrupación geográfica que permitan convocatorias específicas de la afiliación y un seguimiento de la actividad sindical en las mismas por parte de los Sindicatos comarcales.
         Esa misma circunstancia hace que las elecciones sindicales, que son la forma legal de representación, sean un instrumento que nos permite llegar a pequeñas y medianas empresas. Lugares donde la organización de los sindicatos se hacen difícil por el poco número de trabajadores.
         Más allá de lo deseable de una reforma de la normativa de elecciones que permitiera una mayor sindicalización, este modelo que tenemos, con todas sus perversidades, nos exige prestar una atención específica a las mismas. Y siendo éstas responsabilidad de los ramos, desde la Unión nos comprometemos a dar apoyo a los ramos para coordinar el desarrollo de las mismas.
         Al mismo tiempo debemos  dar valor al papel que juegan los delegados/as en las empresas y que son los que con su trabajo mantienen la imagen más positiva del Sindicato.
Espacios de participación democrática.
         No se trata de hacer grandes declaraciones sobre la importancia de la participación para dejarlas después vacías de contenido en la práctica.
         Nuestra propuesta es avanzar en la creación de experiencias de participación democrática, pues el debate libre de las ideas y el contraste de las diferentes opiniones las vemos como un factor de fortalecimiento del Sindicato. Por tanto, solo se puede hablar de fomentar la participación con voluntad de hacerlo si se definen esos espacios de participación previamente y los objetivos de los mismos.
         En el próximo período nos proponemos abrir nuevas experiencias de participación con la afiliación y estamos abiertos a las formas de estructuración de la misma.
         Las asambleas de empresa son, como dijimos anteriormente, un espacio básico para la participación de la afiliación y para recibir de forma directa la opinión del afiliado.
         Nos comprometemos a realizar como mínimo una asamblea de delegados/as comarcales al año, dejando espacio para las intervenciones de los asistentes. Deberán ser complementarias a las asambleas de las mismas características que realicen los diferentes ramos.
         De forma puntual impulsaremos la convocatoria de asambleas de representantes de secciones sindicales, especialmente para impulsar campañas informativas o de movilización en las empresas.
            Las uniones locales son las extensiones necesarias para acercar el sindicato a los afiliados/as, trabajadores/as y ciudadanos/as en el territorio. Es imprescindible mantener dicho activo acercando el sindicato a las asociaciones vecinales y movimientos sociales, siendo ésta la estrategia de proximidad real. El cierre de las uniones significa replegarse, perdiendo la capacidad de acercamiento. Deberemos reorganizar los recursos con el fin de mantenerlas y potenciarlas con el menor coste posible, y fomentando la militancia. La Unió Comarcal deberá encargarse de dotar con los medios necesarios a dichas uniones. Las abiertas actualmente deberán permanecer activas.
         Aunque seguramente sea cierto que somos la organización de carácter social más importante de la comarca, tenemos algunas dificultades para articular nuestra acción en los ámbitos locales. Por tanto, y en la medida que haya compañeros/as que de forma voluntaria estén dispuestos a crear grupos de trabajo del Sindicato a nivel local (más allá de las uniones existentes en la actualidad), avanzaremos en la constitución de nuevas Uniones. Además, intentaremos buscar espacios físicos gratuitos que puedan ser una referencia para el trabajo de esos grupos locales. Esta medida nos facilitará una mayor relación con el tejido asociativo local y una mayor presencia en el territorio. También pondremos nuestros locales a disposición de entidades y organizaciones sociales locales.
         De forma puntual se harán convocatorias a la afiliación de las diferentes localidades de la comarca con el objetivo de informar de los procesos de negociación generales, recoger opiniones de los afiliados y decidir, en caso de que sea posible, sobre la existencia de los grupos locales y su composición.
         Se intentaran establecer consultas de carácter general a la afiliación para que exprese su opinión ante posibles acuerdos de concertación a nivel general, o sobre los temas que consideren los órganos de dirección comarcal o sectorial. Para ello se instrumentaran los medios concretos para la realización de las mismas.
         Se abrirá de forma permanente un espacio de la afiliación en la web de la Unión para recibir opiniones, preguntas y sugerencias de la afiliación, con el compromiso de respuesta en todos los casos.
         A nivel estructural deberemos crear una comisión permanente con todos los ramos, estén constituidos como sindicato o no, con el objetivo de tener un conocimiento real y un seguimiento de la situación sectorial, debatiendo y acordando  estrategias conjuntas de planificación de la actividad sindical en los centros de trabajo e instituciones. La unión comarcal se ha convertir en la herramienta que deben utilizar los diferentes ramos para llevar a cabo una acción sindical efectiva, incluso en los conflictos laborales, sin caer en el intervencionismo. Los sindicatos de ramo se han de reforzar, siendo éstos la columna vertebral de nuestro sindicato ya que desarrollan cada día las tareas de asesoramiento, organización, información, EE.SS, intervención en conflictos. etc. Es decir, los ramos son el vínculo directo con las afiliadas/os y trabajadoras/es en general. Para que el flujo de información sea efectivo se establecerá, como mínimo, una reunión trimestral.
         Por lo que se refiere a los órganos de dirección entendemos que han de estar presididos por el funcionamiento colectivo, el respeto a la pluralidad, a la democracia y lejos de visiones sectarias.
         No entenderíamos falsos debates sobre el tamaño de los mismos. Lo importante es el número de miembros que suponen un coste para la organización y que será donde existan determinadas limitaciones, fruto de las decisiones presupuestarias. En cambio, un número amplio de miembros del órgano, dentro de los límites razonables y adecuados a las funciones a desarrollar, da mayor amplitud al debate, da más posibilidad de puntos de vista distintos y aportaciones diferentes, lo que se traduce en una mayor riqueza del propio Sindicato.
         Los órganos de dirección serán complementados por el resto de espacios de participación. Eso les permitirá tener un mayor contraste de opiniones y conocer en cada momento la opinión de la afiliación y del conjunto de la organización.
         Además de la Secretaría General, entendemos que la Unión se ha de dotar de dos órganos de dirección. Por un lado tendremos la Comisión Ejecutiva. Se trata de una dirección más operativa y de gestión cotidiana que se responsabilizará de las funciones y labores que se consideren básicas para la Unión Comarcal. Este órgano, a propuesta del Secretario General, será elegido en el marco del Comité Comarcal y entre sus miembros. Los criterios para la conformación del mismo garantizarán la expresión plural en el mismo, y el equilibrio de género en función de la existente en la afiliación.
         El Comité Comarcal será elegido por el Congreso de la Unión. Decidirá la línea estratégica, los planes de trabajo, el balance de los mismos, los presupuestos y los balances económicos. La totalidad de sus miembros serán elegidos de forma proporcional a los votos que obtenga cada lista presentada, siempre que no sea posible una lista única a los órganos de dirección. Se procurara que del mismo formen parte los Secretarios Generales de ramo o, donde no haya sindicato comarcal, los responsables de los ramos elegidos al efecto. Los Secretarios generales o responsables de ramo que no hayan sido elegidos, junto a los responsables de Uniones territoriales o espacios locales, se incorporaran al Comité Comarcal como invitados, con voz pero sin voto.
            Entendemos que lo lógico es que el Congreso elija a la totalidad de la dirección del Sindicato, al que responsabiliza de la gestión del mismo. De esta forma se garantiza que en el máximo órgano de dirección entre congresos a nivel comarcal se exprese la pluralidad existente en el Congreso.

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